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Primeros pasos de Luis Ariel Rey | Tras la huella del juglar


Villavicencio, la capital del departamento del Meta, vio nacer el 6 de junio de 1934 a Luis Ariel Rey Roa, quien se convertiría en el primer gran exponente de la música llanera, conquistando tierras extranjeras y trascendiendo en la historia por su obra artística, una hazaña nunca antes vista en los llanos colombianos.


Fue bautizado por el reconocido Padre de la Iglesia Católica, Mauricio Dieres Monplaisir, en la Catedral Nuestra Señora del Carmen de Villavicencio ubicada en la plaza central de la ciudad.

Hijo de doña Ana Joaquina Roa y don Javier Rey, siendo el menor de los varones entre sus ocho hermanos, Luis Ariel Rey creció dentro de una familia querida por el pueblo debido a su amabilidad y cordialidad.


La casa donde vivieron los Rey Roa se encontraba en la calle 5ª # 5-58, por la misma que conduce al Colegio la Salle; era una vivienda de gran extensión y rodeada de frondosos árboles, muy similar a las demás, pues abundaban este tipo de edificaciones en la Villavicencio de los años 40.


Gracias a su ubicación, la familia Rey tenía muchos contactos con los artistas locales, quienes pasaban constantemente a interpretar sus instrumentos, ocasionando el primer contacto del niño Luis Ariel con la música llanera, de donde nació su inspiración. “El Jilguero del Llano”, como más adelante se conocería a Luis Ariel, empezaría su camino por la música junto con sus dos hermanos, Gil Arialdo y Leonel Rey Roa.


Luis Ariel, siempre demostró tener un talento innato con la música, recuerda Gloria Stela Carreño Roa, la menor de los hermanos y la única que aún permanece con vida “de pequeñito le encantaba subirse a un árbol de mango que había en la casa y con un tarro de lata y un palito, él empezaba a hacer música, por supuesto a nosotros nos llamaba mucho la atención porque sonaba muy bonito”.


Inició sus estudios en la Escuela Santander, posteriormente estudió en el Colegio la Salle de la capital metense. A los 13 años de edad inició su proceso académico musical con el profesor Antonio Samudio, egresado del Conversatorio de Bogotá.


Luego, conocería a José Benjamín Tacha Moreno, un poli músico, quien se convertiría en su maestro; José le enseñó a tocar la guitarra, las maracas, el arpa y el cuatro, demostrando destreza y talento para estos instrumentos. Sin embargo, Luis Ariel se especializó en el cuatro, el instrumento que lo acompañó en grandes escenarios nacionales e internacionales.


Desde temprana edad, Luis Ariel Rey lograba conquistar con su personalidad, la que sacó a relucir en los escenarios y contagiando de alegría a su público. Gloria, lo recuerda como una persona curiosa, bondadosa, carismática, emprendedora y sobretodo visionaria; tenía un profundo amor por el llano, la tierra que le dio la vida y lo vio crecer.


Sin embargo, la vida no le sería nada fácil. A sus escasos 2 años, recibiría el primer gran golpe de la vida; la violencia le arrebató a su padre, Don Javier Rey, quien era presidente del Directorio Municipal del Partido Liberal. A los pocos años, como si de la peor pesadilla se tratara, doña Ana Joaquina Roa, su madre, falleció en 1945 producto de una enfermedad cardíaca congénita, la cual heredaron también sus hijos. dejando huérfano a los 8 hijos de los Rey Roa.

La vida continuaría para Luis Ariel Rey, y la música lo acompañaría en el trayecto…



Agradecimientos a la señora Gloria Stella Carreño Roa (hermana de Luis Ariel Rey) y a la familia Rey quienes han aportado información para la construcción de la historia del juglar.


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