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AsoGüejar: La fuerza del turismo comunitario en el Cañón del Río Güejar

  • Foto del escritor: We Love Villavo
    We Love Villavo
  • hace 3 horas
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: hace 2 horas


En el corazón del Meta, donde la selva se encuentra con el rugir del agua, un grupo de emprendedores decidió cambiar las reglas del turismo. Dejaron atrás la competencia y apostaron por la unión, creando AsoGüejar, una asociación que ha revolucionado el turismo en el Cañón del Río Güéjar. Más que una simple organización, se ha convertido en un ejemplo de solidaridad, cooperación y crecimiento colectivo. Esta es la historia de cómo la unión hace la fuerza en uno de los destinos más impresionantes de Colombia.


Bajo el ardiente sol del Meta, entre el rugir de las aguas y la inmensidad verde de la selva, nació AsoGüejar, una asociación que es más que un grupo de operadores turísticos: es una comunidad unida por la pasión, la solidaridad y el deseo de hacer del turismo una fuente de desarrollo sostenible.

Todo comenzó en 2020, cuando empresas de San Juan de Arama y Mesetas decidieron dejar de lado la competencia y unirse con un objetivo claro: establecer precios justos, fortalecer la organización turística y elevar la calidad del servicio. Un año después, en 2021, lograron formalizar su asociatividad, consolidando un modelo de economía solidaria que hoy beneficia a cientos de familias en la región.

"Antes cada uno trabajaba por su cuenta y había mucha desorganización. Ahora, con Asoguejar, todos jalamos para el mismo lado y eso ha mejorado mucho el turismo en la zona", comenta Gustavo Valcárcel Meyer de Ecoturmeyer.

La idea de unirse surgió de una necesidad compartida: en un territorio con tanto potencial turístico, era esencial que los operadores trabajaran juntos para ofrecer experiencias seguras y organizadas a los visitantes, al mismo tiempo que se promovía el desarrollo local.


Son 16 empresas las que conforman AsoGüejar: Balotours, Llanos Adventure, Turem, Ecotur Meyer, Corturismo, Camaxagua Travel, Aventurando, Zaffari, Pelutravel, Hakuna Matata Travel, Go Travel Mesetas, Exploring Paradise Trip, Güéjar Rafting Center, Colombia Xtreme Adventure, Camaxarte y Expedición Catypsa. Juntas, han transformado el Cañón del Río Güéjar en un epicentro de aventura y cooperación, y han logrado que el turismo se convierta en una herramienta clave para la reactivación económica de la región.

El Cañón del Río Güejar es un santuario natural, un recorrido de 17.5 kilómetros de aguas cristalinas, con 74 rápidos de nivel 1 a 3, 24 cascadas y charcones naturales que hipnotizan a los visitantes. Aquí, el rafting no es solo un deporte extremo; es una experiencia en la que se mezclan adrenalina y respeto por la naturaleza.

"Este es un paraíso escondido, y nuestro trabajo es darlo a conocer de manera responsable", señala Luis Molano, guía de rafting que forma parte de la asociación.

Durante la travesía, los turistas pueden observar peces en el agua clara del verano, refrescarse en piscinas naturales y deleitarse con productos locales como yogurt, quesadillas y aborrajaos, preparados por familias de la zona. Cada detalle en la experiencia ha sido pensado para que el turismo en la zona sea sostenible y deje beneficios directos a la comunidad.

"Lo bonito de todo esto es que no solo beneficiamos a nuestras empresas, sino también a las comunidades que nos rodean. Aquí cada quien aporta su granito de arena", afirma Argemiro Carrillo, miembro de AsoGüejar.

Pero el impacto de AsoGüejar va más allá de la aventura. Gracias a la organización, las empresas han podido acceder a cursos del SENA para formar guías especializados, mejorar su publicidad en redes sociales y establecer relaciones con el Instituto de Turismo del Meta. Además, han creado un sistema de distribución de turistas para garantizar que la economía fluya equitativamente entre todos los operadores. Esta organización ha permitido que las pequeñas empresas locales tengan acceso a oportunidades que antes estaban fuera de su alcance y ha elevado el nivel del turismo en la región.

“Nos ha servido para organizarnos mejor, para que todos hablemos el mismo idioma en términos de turismo y precios justos. También nos ha permitido gestionar capacitaciones y mejorar la seguridad, con un plan de búsqueda y rescate en el que todos colaboramos”, cuenta Leonel Vega, uno de los miembros de la asociación.

Esta unión no solo ha beneficiado a los operadores turísticos, sino también a los habitantes de las zonas aledañas, que han encontrado nuevas formas de empleo y comercialización de productos locales.


Además del rafting, AsoGüejar ha diversificado su oferta turística para brindar una experiencia completa a los visitantes. "Bueno, aparte de rafting nosotros hacemos tubing, senderismo, avistamiento de aves, trabajo de llano, montaje de caballo, enseñar a ordeñar, rappel, torrentismo que es descender por cuerdas", explican sus miembros. Estas actividades permiten a los viajeros conocer a profundidad la riqueza natural y cultural de la región. "En este momento pues también queremos ofrecer globo, globo aerostático que se llama, y para motores hemos ofrecido", agregan con entusiasmo, demostrando que su visión va más allá de lo convencional.

El impacto de este modelo de asociatividad es evidente: más de 100 familias se benefician directamente, mientras que muchas más en Mesetas, Lejanías, San Juan de Arama, Vistahermosa y La Uribe encuentran en el turismo una fuente de ingresos. Desde los restaurantes que sirven desayunos a los viajeros hasta los agricultores que venden sus productos para abastecer a las empresas, el turismo comunitario ha tejido una red de apoyo que fortalece la economía local.


Además, AsoGüejar ha impulsado el sentido de comunidad entre los operadores turísticos. Antes de la asociación, cada empresa trabajaba por su cuenta, lo que a menudo generaba competencia desleal y desorganización. Ahora, en cambio, los miembros trabajan en equipo, comparten conocimientos y colaboran en estrategias para mejorar la oferta turística. La asociatividad ha permitido que, en lugar de verse como rivales, los empresarios se vean como aliados, generando un ambiente de trabajo más armonioso y productivo.

"Antes había mucha desigualdad en la repartición de los turistas. Ahora logramos que todos tengan su oportunidad y eso hace que todos podamos crecer", Ehutimio de Camaxagua travel.

El ecoturismo ha traído múltiples beneficios a la región, no solo en términos económicos, sino también ambientales. AsoGüejar ha promovido prácticas de turismo responsable, con un fuerte enfoque en la conservación del ecosistema del Cañón del Río Güéjar. Las empresas asociadas han implementado medidas para minimizar el impacto ambiental de sus actividades, como la correcta disposición de residuos, el uso de materiales biodegradables y la educación ambiental para los turistas.

Por otra parte, la asociación también ha llamado la atención de las entidades gubernamentales y ha logrado que se le preste más atención al desarrollo turístico en la zona. Antes de la creación de AsoGüejar, muchas de las necesidades del sector turístico pasaban desapercibidas. Sin embargo, al unirse y trabajar juntos, los operadores han logrado que sus voces sean escuchadas y que se tomen medidas para mejorar la infraestructura y las condiciones de la actividad turística en la región.

"Nosotros antes éramos competencia, ahora somos familia", Edilberto cañas de Güejar Rafting Center.

AsoGüejar no es solo una asociación; es un símbolo de unión. Es la muestra de que cuando las comunidades se organizan, logran no solo mejorar sus condiciones de vida, sino también transformar su territorio en un destino turístico próspero y sostenible. Y mientras las aguas del Güéjar siguen su curso, también lo hace esta comunidad que ha encontrado en la solidaridad su mejor motor para avanzar. El futuro de AsoGüejar se proyecta como un modelo de asociatividad para otras regiones del país, demostrando que el turismo bien gestionado puede ser una herramienta poderosa de desarrollo, preservación cultural y progreso colectivo.

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